martes, 19 de enero de 2016

Una desviación extraordinaria.





En esta posición vemos que las negras (a las que les toca el turno de jugar)
controlan la columna d y tienen las dos torres controlando la casilla d8 para dar mate, pero las blancas defienden ese punto d8 con otras dos piezas, la torre y la dama, con lo que está bien defendida dicha casilla. Si pudiéramos desviar la atención de cualquiera de las dos, las negras estarían en disposición de darle jaque mate al rey.
Jugando 1. ... Da3! (el tablero está invertido y con ello la notación también) logramos desviar cualquiera de las dos piezas blancas (torre o dama) y se olviden de defender d8 y podemos dar caza al rey blanco, que está encerrado en un pasillo, por sus propias piezas, dando el famoso mate del pasillo.


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