domingo, 4 de marzo de 2018

Los alfiles de distinto color.




Aunque estas dos posiciones parecen similares en realidad son totalmente
diferentes. En el primer caso, los alfiles corren por casillas de distinto color y por
consiguiente atacan y defienden objetivos distintos. Por ejemplo, en el primer
diagrama el peón e6 está atacado y las negras no pueden utilizar su alfil para
defenderlo. Aunque jueguen 1…Af6+ 2.Rd6 Ae7+ 3.Rd7 terminarán perdiéndolo.
Por el contrario en el segundo diagrama, el peón e6 está defendido por el alfil y las negras sólo tienen que jugar 1…Re7 para resolver todos sus problemas.

En los finales, donde no hay casi piezas, pues suelen darse situaciones donde el bando con desventaja se hace fuerte en casillas de un color, estableciendo un bloqueo que el rival no puede romper y por ello incluso finales con ventaja material de uno o dos peones pueden ser imposibles de ganar si el adversario lograr el bloqueo en las casillas de color de su alfil. En el siguiente diagrama se ve claramente dicho bloqueo:


Aunque las negras tienen cinco peones de ventaja no pueden romper el bloqueo en las casillas negras y no tienen ninguna posibilidad de ganar.

Si bien en los finales los alfiles de diferente color presentan buenas posibilidades de empatar la partida, aunque llevemos algún peón de desventaja, en el medio juego resulta todo lo contrario donde favorecen claramente al bando atacante, pues el otro alfil no puede defender el ataque del otro alfil del otro bando, al ser de otro color.


En esta ocasión las blancas atacan por las casillas negras del enroque rival, para lo que cuenta con el alfil del color de dichas casillas. Aunque exista igualdad material, siempre tendrá una pieza atacante más que las defensas del adversario, ya que el otro alfil no podrá defender esas casillas. En este caso las negras no pueden hacer nada contra la amenaza de incorporar la torre al ataque con Te4-h4, apoyada por el alfil en e1.


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