Los recursos en ajedrez son numerosos y suelen aparecer en el tablero cuando menos se espera. Tener la capacidad para encontrarlos en la profundidad de la posición puede marcar la diferencia a la hora de lograr la victoria, por lo que es preciso no sólo conocerlos, sino hacerlo en profundidad.
El ataque por Rayos X no es el recurso más utilizado ni el más habitual, ya que no se suele dar con asiduidad en las partidas, aunque en el ajedrez el saber no ocupa lugar. El nombre con que se bautizó a este tipo de jugadas es muy acertado: los rayos X son una radiación capaz de atravesar los cuerpos opacos, tal como hace la pieza que realiza el ataque por rayos X, cuyo alcance atraviesa a las piezas que se interponen en su camino.
Pero, ¿cuál es el procedimiento exacto? Una pieza ataca a otra, la cual se podrá retirar, aunque detrás de ella se encontrará el objetivo real, que podrá ser una pieza enemiga, una pieza del mismo bando o incluso una casilla vacía (aunque importante). La ejecución es parecida a la clavada, aunque la pieza que se ataca en primer lugar se puede mover.
En el ejemplo de hoy, las blancas son las que mueven, y parece que pasa nada raro, pero en pocos movimientos las blancas obtienen ventaja dada su ventaja de desarrollo a pesar de contar con un peón de menos.
1. Txe6+ Axe6, si come con peón sería mate con Ag6++
2. Ab5+, no puede comer con dama porque la perdería, 2. ... Ad7
3. Te1+ Ae7 4. Dxc5, ganando la dama que se ha quedado clavada.
En este otro ejemplo, quizá se vea mejor el uso de los rayos x por parte del blanco, que es el que mueve. El negro ha adelantado su peón de la fila d, atacando también la dama en f3; 1. Ta8+!, éstos son los rayos x, ya que la dama controla a8 aunque el alfil negro esté delante, 1. ... Axa8 2. Dxd8+
Df8 3. Ah7+ (atrayendo al rey negro a h7) 3. ... Rxh7 y 4. Dxf8 ganando la dama negra y con ella la partida.
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